UNA VENTANA PARA L TRANQUILIDAD
La versión vigente de la norma de desempeño para edificaciones habitacionales – ABNT NBR 15.575/2013 – a punto de cumplir siete años desde su publicación, está en proceso de revisión y hasta hoy existen ciertas dificultades para cumplir con los principales requisitos de desempeño.

Las constructoras están preocupadas no solo en cumplir, sino también en demostrar el cumplimiento de los requisitos de la norma, ya que las reclamaciones de clientes, si están bien fundamentadas, pueden generar pasivos judiciales individuales y hasta colectivos.
Por ello, más que nunca, proyectistas, ingenieros y arquitectos están viendo sus conocimientos (que deben ser constantemente actualizados) requeridos y valorados para garantizar buenos proyectos, especificaciones por desempeño, compras técnicas y ejecución impecable. Factores que pueden ser la garantía del éxito en el cumplimiento de los requisitos de desempeño y, dado que desempeño significa “comportamiento en uso”, puede ser la garantía de la satisfacción del cliente final.

Es un rescate de la buena ingeniería, como solemos decir. Antes de las exigencias impuestas por dicha norma, la información para la especificación de una ventana podría resumirse en pocos ítems, como dimensiones, material, tipología, color. Hoy, para hacer una especificación adecuada, se requieren muchas otras informaciones, tales como: saber en qué zona bioclimática y en qué región de viento se encuentra la obra, cuántos pisos tendrá, conocer el nivel de ruido del entorno del lugar de la obra, saber cuál es el nivel de desempeño esperado por el desarrollador, entre muchas otras informaciones que pueden ayudar a una especificación técnica consciente y adecuada.
Las esquinas deben cumplir con criterios variados, desde cuestiones básicas de iluminación, ventilación, estanqueidad al agua y al aire, hasta cuestiones de seguridad y resistencia en las operaciones de manejo, desempeño térmico, desempeño acústico, durabilidad, mantenibilidad y vida útil. De estos requisitos, algunos son más valorados por el usuario final, como desempeño acústico y térmico, estanqueidad al aire y al agua. De estos, el más difícil de alcanzar es, sin duda, el desempeño acústico.
Debido a las características de los perfiles y al proceso de fabricación, las esquinas de PVC presentan un excelente desempeño cuando son sometidas a los ensayos especificados por las normas brasileñas e internacionales, destacándose principalmente por su desempeño acústico y térmico. Para quienes tienen como principal criterio el desempeño acústico, las esquinas de PVC suelen ser la principal opción. Algunas tipologías ofrecen desempeño acústico superior a la clasificación máxima presentada por la norma específica de esquinas (NBR 10821/2017), es el caso de las esquinas oscilobatientes, cuyo sistema de cierre multipunto promueve un sellado mucho más efectivo, pudiendo atenuar alrededor de 35 dB el ruido externo, si se combina con una mampostería bien ejecutada. Las esquinas de aluminio, con hojas corredizas, comúnmente usadas en casas y edificios, atenuan alrededor de 25 dB. Es una diferencia muy considerable cuando se busca confort acústico.

El código de defensa del consumidor prohíbe la producción o comercialización de productos que no cumplan con las normas técnicas aplicables, pero desafortunadamente aún encontramos muchos proveedores que no cumplen las normas aplicables a sus productos. Por lo tanto, para garantizar una compra técnica, es importante buscar proveedores comprometidos a cumplir con las normas aplicables y que demuestren el cumplimiento a través de documentos, como informes de ensayos realizados, certificados, etc. Una buena práctica es seleccionar empresas calificadas por los programas sectoriales de calidad (PSQs) del SiMaC/PBQP-H (pbqp-h.cidades.gov.br/projetos_simac_psqs.php). El sitio del gobierno federal presenta las empresas calificadas y los resultados encontrados en ensayos realizados con algunas tipologías. Este puede ser un buen punto de partida.
Es importante destacar que las ventanas forman parte de un sistema y no responden de manera aislada por el nivel de reducción sonora de una fachada; por lo tanto, las ventanas no son la única área de preocupación, pero pueden ser la parte más débil, por lo que requieren atención especial desde la especificación hasta la instalación final. Cualquier rendija puede reducir el rendimiento acústico de una fachada, ya que “por donde pasa aire, pasa sonido”. Por eso, incluso con un buen sellado vertical (pared) y una ventana bien especificada, si la instalación se realiza de manera inadecuada, el rendimiento acústico global de la fachada de un edificio o una casa puede verse totalmente comprometido. Justamente por eso, es muy recomendable considerar la contratación de una empresa/proveedor que ofrezca la solución completa: fabricación de las ventanas y mano de obra de instalación. De esta forma, no habrá posibilidad de que el instalador culpe al fabricante y viceversa, pues la responsabilidad completa por el rendimiento de la ventana recae en una sola empresa.
Construir con responsabilidad, cumpliendo las normas técnicas, con enfoque en el rendimiento y la calidad de la edificación, es la única receta para garantizar la satisfacción del usuario final y mejorar la calidad de las construcciones brasileñas, y esto no es trabajo para amateurs. La sociedad debe entender que los conocimientos necesarios para la construcción no son de dominio público, que detrás de un buen proyecto, buenos productos y una buena construcción hay mucho estudio, mucha técnica y conocimiento específico, y debe saber valorar a todos los agentes de esta cadena productiva, valorar a los buenos profesionales del área: ingenieros, arquitectos, consultores, proveedores serios y comprometidos en ofrecer lo mejor, para garantizar que el hogar de los brasileños no sea fuente de problemas como infiltraciones, ventanas atoradas y ruidos, sino que sea realmente el tan soñado “hogar dulce hogar”. Justamente por eso, es muy recomendable considerar la contratación de una empresa/proveedor que ofrezca la solución completa: fabricación de las ventanas y mano de obra de instalación. De esta forma, no habrá posibilidad de que el instalador culpe al fabricante y viceversa, pues la responsabilidad completa por el rendimiento de la ventana recae en una sola empresa.

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